martes, 6 de diciembre de 2011

Nunca habrá un nosotros

Es una pena, pero... nunca habrá un nosotros. Sólo un tú y yo por separado, cada uno con su respectiva vida, si es que la tiene. 
Lo nuestro fue bonito, eso sí, mientras duró. Cuando empezaron a aparecer mentiras, todo se desvaneció en... la nada. Sí, en la nada. 
Aún parece que fue ayer cuando estaba haciendo planes en mi mente a tu lado, ya sabes eso de, un para siempre, formar una familia, crecer juntos, casarnos, y morir, ya sabes eso que "prometimos"... "hasta que la muerte nos separe" pero se quedó en eso, en palabras, porque tu me mentiste... y lo peor, con otra. Y algo peor, no tuviste la decencia de decírmelo, sino que me tuve que enterar por terceras personas... No sabes lo que dolió... Me usaste como aquel que usa un pañuelo en un determinado momento para librarse de sus mucosidades, me usaste como si fuese un juguete, ese que tanto anhelan los niños cuando lo ven salir por la televisión, lo piden, lo tienen y, al cabo de un tiempo, arrinconan. Eso fue para ti, un juguete, pero de usar y tirar. Qué ilusa fui al imaginarme un futuro a tu lado... cuando se ha necesitado más que unos pocos de meses para que todos aquellos pensamientos se desvaneciesen, en, repito... la nada.
Sólo una última cosa... fue bonito mientras duró, gracias por, mediante este increíble dolor, hacerme más fuerte, creerme más grande, creerme mejor. Y gracias por todos aquellos bonitos momentos, aquellos que creí verdaderos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Almas