domingo, 8 de enero de 2012

Mañana como todos sabemos y que padecemos saber... vuelta a la rutina. Vuelta al estrés, al cansamiento de mano por tanto escribir, a los dolores de cabeza, a los prácticamente insomnio, a las caras de sueño a las primeras horas hasta después del recreo que nos despejemos con unas risas con los compañeros... y todo lo que se vive en un día de instituto. 
No sé lo que me deparará de ahora en adelante, demasiadas responsabilidades por delante y me ahogo nada más de pensarlo... pero bueno, poco a poco y se llegará a la meta, tal y como me enseñaron en la tan poco productiva Educación Secundaria Obligatoria.


No quiero hacer una entrada triste, así que, mientras se me secan las uñas (sí, me pinto las uñas a las 23.40 de la noche xd) y posteriormente a dormir... pues, os voy a contar algo.




He estado por decirse así todo el fin de semana en casa de mis abuelos porque mis padres han estado fuera y... hoy he visto una película que me ha llegado al alma, se llamaba "la fuerza de una promesa" o algo así. Va de un chico el cual su padre se separó de su madre cuando él tenía dos años y su madre se ha doctorado en algo bastante importante, ella le inculca el valor del estudio, la importancia que tiene, textualmente: "el estudiar es como una llave que te lleva a cualquier sitio" o algo así, dando a entender que si estudias tendrás al mundo en tu mano, que podrás hacer lo que quieras cuándo y cómo quieras. 
Total que, su madre tiene un accidente de coche, él saca notazas en primaria -que es en el curso que está en ese momento-, y se lo dicen en dirección. Su madre se recupera pero le quedan secuelas, y tiene trastornos bipolares, se tiene que medicar, pero ésta medicación tiene efectos secundarios que le hacen ser agresiva, descuidada y de más... recae y la tienen que hospitalizar, con ésto no trabaja y por lo tanto no puedo pagar el alquiler y le desahucian. El niño al ser menor de edad, mientras que la madre está ingresada, que se prolonga en semanas e incluso meses, la asistente social le lleva a centros de acogida. Así hasta que éste va a secundaria, tiene 16 años y decide, ante un juez, destituir a su madre de sus cargos como tal, de manera que no tendría familia, porque ante la ley es como si no tuviese madre. Gana el juicio y se siente muy culpable. Ingresa en un colegio para menores y pasa el tiempo, pero con los recortes no le pueden seguir cubriendo los gastos que le conlleva sus estudios. Él le prometió a su madre que iría a la universidad más prestigiosa de los Estados Unidos, y si se marchaba de ese colegio, y de los alrededores, no podría acceder, y rompería su promesa, de ahí el título de la película. Debido a su posible marcha, decide mandar cartas a familias totalmente desconocidas para él para que le acojan en su casa y le paguen los estudios, al final le acogen una familia y consigue acceder a la universidad que le prometió a su madre, ésta va a su graduación, se dedican hermosas palabras y se funden en un abrazo.


Muy resumida, pero me ha gustado mucho, y me ha enseñado mucho también.






Espero que a vosotros también, ahora, a dormir, que mañana como dice mi padre es día de escuela.

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